Como me gustan los orkoz en todas sus expresiones, pretendía hacer peñaz temáticas y los primeros en montar fueron los hachaz zangrientaz/komandoz.
La conversión en la mayoría de los casos fue simplemente añadir una boina de masilla verde, y en el caso del noble, sustituir el arma de combate por una garra. Y tras pintarlo un poco quedó relegado en el olvido.
Tras múltiples periplos, al fin le he vuelto a poner el pincel encima, trabajando la piel y la garra (aunque el palo del jefe se ha perdido en la disformidad). La elección de usar una peana de 32 en lugar de una de 25 no solo es estético: la garra es de metal y hacía que el pobre noble tendiese a caerse a la mínima a pesar de ponerle peso en la peana.
Aún le queda trabajar un poco la garra (que queda muy sosa) un poco de oxido y tal vez algún detalle extra a la peana